Tomás Milmo Santos esperó más de 20 años a que se diera una coyuntura como la que atraviesa actualmente el sector de telecomunicaciones en México. Cuando cofundó Axtel, en 1994, este regiomontano emanado de una de las familias más influyentes de Nuevo León se propuso desarrollarla y llevarla a la cima, siguiendo el ejemplo de su tío Lorenzo Zambrano, en Cemex, y de su padre, Tomás Milmo Zambrano, en sus empresas mineras y de vivienda.
Sin embargo, el joven economista por Stanford se topó con pared, o más precisamente con Carlos Slim y su emporio de telecomunicaciones América Móvil.
Con Slim, Milmo mantuvo un litigio de más de una década por el cobro de tarifas de interconexión, el cual se resolvió en marzo pasado a favor de Axtel. América Móvil le pagó cerca de mil millones de pesos a la firma regiomontana y (believe it or not) acto seguido anunció una alianza con Telcel para arrendar su red y montar un Operador Móvil Virtual.
Tras ganar ese viejo pleito legal, Axtel volvió a ser un objetivo de compra, en medio de la reciente consolidación del sector de telecomunicaciones en México, impulsada por la adquisición que hizo AT&T de Iusacell y Nextel.
Durante mucho tiempo se especuló que Axtel compraría a Alestra, el negocio de telecomunicaciones y tecnologías de la información del conglomerado regiomontano Alfa, sobre todo después de adquirir a Avantel, en el 2006, por 500 millones de dólares y convertirse en el segundo operador de telefonía más grande del país.
No obstante, en 2008 un fallido contrato con Motorola para construir una red de microondas, los conflictos con América Móvil y Telefónica por la interconexión y la crisis económica terminaron por derrumbar las ambiciones del Milmo, entonces de 44 años. Asimismo, la inseguridad en Monterrey lo obligó a dividir su vida entre México y Estados Unidos.
En agosto del 2012, las acciones de Axtel registraron mínimos históricos de menos de 2 pesos en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y se vio obligada a vender activos y lanzar un plan de reestructura.
Los papeles se invirtieron y Alestra, la subsidiaria de Alfa, se posicionó como la firma con más probabilidades de absorber a Axtel. Al escritorio de Tomás Milmo llegó la oferta de compra en marzo del 2015, de acuerdo con una fuente de la compañía.
A mediados del 2015, los directivos de ambas empresas comenzaron a trabajar en la posible integración. Las especulaciones corrieron como pólvora entre los inversionistas, lo cual ayudó a apuntalar el precio de las acciones de Axtel en la BMV.
Del 8 de junio al primero de noviembre, fecha en la que se anunció la firma de un acuerdo de entendimiento mediante el cual Alestra se fusionará con Axtel y se quedará con 51 por ciento de las acciones de la nueva empresa, los títulos de la firma que preside Tomás Milmo se apreciaron 70 por ciento en la BMV, generando un aumento de 2 mil millones de pesos en su valor de capitalización.
Si bien los analistas y directivos del sector de telecomunicaciones coinciden en que la fusión fortalecerá a la nueva compañía, lo cierto es que el poder de decisión de Tomás Milmo estará más acotado, pues Álvaro Fernández Garza, el CEO de Alfa, será copresidente de la organización, amen de que Alestra tendrá la participación mayoritaria en el grupo.
Pese a ello, para Milmo esta era una de las pocas opciones para reposicionar a Axel y hacerla competitiva. Así, la empresa familiar en la que Milmo tenía pleno poder decisión transitará hacia un nuevo modelo de negocio y se alinea con el objetivo de Alfa de separar a su subsidiaria Alestra y llevarla a cotizar de forma independiente en la BMV.
Francisco Gil Díaz, presidente de Telefónica México, me dijo el lunes que la fusión traerá ventajas competitivas, aunque podría tardar tiempo en integrar sus servicios e infraestructura.
Así que Tomás Milmo gana perdiendo el control total de las decisiones de la firma que fundó junto con su padre en 1994.
Posdata
¿La nueva Axtel-Alestra seguirá siendo objetivo de compra de gigantes como AT&T o buscará trazar su propio camino y consolidar a nuevas empresas?
La segunda es la opción más probable. Los regiomontanos apuntan hacia Maxcom, de Enrique Castillo Sánchez Mejorada, quien es presidente de la compañía y consejero de Alfa.
Tomas Milmo Santos waited over 20 years to a situation like the one currently facing the telecommunications sector in Mexico is given. When Axtel co-founded in 1994, this Monterrey emanated from one of the most influential families in Nuevo Leon is proposed to develop and bring it to the top, following the example of his uncle Lorenzo Zambrano, Cemex, and his father, Tomas Milmo Zambrano, their mining and housing.
However, the young economist from Stanford ran into wall, or more precisely with Carlos Slim and his telecommunications empire America Movil.
With Slim, Milmo maintained a dispute over a decade by charging interconnection fees, which was resolved in March for Axtel. America Movil paid about one billion pesos to the Monterrey signature and (believe it or not) thereafter announced a partnership with Telcel to rent their network and set up a Mobile Virtual Network Operator.
After winning that old lawsuit, Axtel again became a takeover target, amid the recent consolidation of the telecommunications sector in Mexico, driven by the acquisition of AT & T did Iusacell and Nextel.
It was long speculated that Axtel buy from Alestra, the telecommunications business and information technology conglomerate Alfa Monterrey, especially after acquiring Avantel, in 2006, by $ 500 million and become the second mobile operator the country's largest.
However, in 2008 a failed contract with Motorola to build a microwave network, conflicts with America Movil and Telefonica for the interconnection and the economic crisis eventually collapse ambitions Milmo, then 44 years. Also, the insecurity in Monterrey forced him to divide his time between Mexico and the United States.
In August 2012, Axtel shares recorded lows of less than 2 pesos on the Mexican Stock Exchange (BMV) and was forced to sell assets and launch a restructuring plan.
The roles were reversed and Alestra, Alfa subsidiary, ranked as the firm most likely to absorb Axtel. Tomas Milmo's desk came the bid in March 2015, according to a company source.
In mid-2015, executives from both companies began working on the possible integration. Speculation spread like wildfire among investors, which helped prop up the share price on the BMV Axtel.
June 8 the first of November, when the signing of a memorandum of understanding by which merge with Alestra and Axtel will keep 51 percent of the shares of the new company was announced, shares of the firm Tomas Milmo presiding appreciated 70 percent in the BMV, generating an increase of 2 billion pesos in its market capitalization.
While analysts and managers in the telecommunications sector agree that the merger will strengthen the new company, the fact is that the power of decision Tomas Milmo be more limited, as Alvaro Fernandez Garza, CEO of Alfa, will co-chair organization, Alestra will love that the majority stake in the group.
Nevertheless, for Milmo this was one of the few options to reposition Axel and make it competitive. Thus the family business in which decision Milmo had full power transition toward a new business model and is aligned with the goal of separating Alfa subsidiary Alestra and take independently trading on the BMV.
Francisco Gil Diaz, president of Telefonica Mexico, said Monday that the merger will bring competitive advantages, although it could take time to integrate their services and infrastructure.
So Tomas Milmo losing gains full control of the decisions of the company he founded with his father in 1994.
Postscript
Will the new Axtel-Alestra will continue to purchase target giants like AT & T or seek to chart their own course and consolidate new businesses?
The second is the more likely choice. The Monterrey point to Maxcom, Enrique Castillo Sanchez Mejorada, who is company president and chief executive of Alfa.
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