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miércoles, 27 de julio de 2016

Luxury después del Brexit

Si en todos los sectores hacemos un análisis luego del Brexit, no puede faltar en el sector del lujo y de prestigio.
Aunque vemos algunos impactos positivos a corto plazo, en particular para las marcas británicas, el Brexit aporta incertidumbre a la economía de Europa. Y la incertidumbre no anima las inversiones ni el consumo. Esta inestabilidad no ayuda a un sector en el que 70% de las marcas son de origen europeo, aunque el 70% de los clientes sean de fuera de Europa.

Algunas empresas como Burberry lo han vivido con alegría, al menos en el corto plazo. A la fecha, la depreciación de la libra ha añadido a su beneficio 90 millones de libras adicionales. Este efecto al convertir a libras sus ventas por el mundo ha tapado una evolución del negocio con resultados mediocres el primer semestre del 2016. Este efecto positivo sobre las ventas, resultado de una libra más débil, ha compensado el incremento de coste de sus proveedores europeos. Estos resultados han acelerado probablemente el cambio del equipo directivo que se acordó en el último consejo. Marco Gobetti, actual CEO de Céline, la marca del grupo LVMH, asumirá próximamente el cargo de CEO, mientras que Christopher Bailey se queda con la responsabilidad de la dirección creativa. Este cambio en la gestión de la compañía, junto con los resultados mejores de los esperados, explican que la acción se ha apreciado recientemente un 6%.

El Brexit también tiene un efecto positivo al haber sido el factor que ha convencido a más turistas chinos a incluir Londres en sus viajes europeos. La caída de la libra les ha animado a pasar por Londres y hacer algunas comprar de sus marcas de lujo favoritas. El gran almacén de referencia donde se encuentran muchas de ellas, Harrods, ha reportado ya un buen comienzo para las famosas rebajas de verano.

Entre los efectos negativos del Brexit, además de la incertidumbre generada, está el impacto sobre la cotización de las marcas europeas. Por ejemplo, el grupo más importante del sector LVMH cayó un 9%, aunque posteriormente se recuperó hasta un 5%.

Hay otro impacto del Brexit, que aunque se notará más a largo plazo, acaba de comenzar. Se trata del impacto negativo sobre la captación de talento, de buenos profesionales, de los mejores ejecutivos y colaboradores. El sector de la moda representa 28,000 millones de libras para la economía de Reino Unido y 880,000 puestos de trabajo que incluyen fabricación o venta al detalle. El Brexit puede ponerlo en riesgo.

Me di cuenta de lo rápido que va cuando hoy, una de mis alumnas recientemente graduada del MBA de IE Business School, me confirmaba que había descartado Londres como destino. Aun siendo de origen canadiense y estando atraída por el sector del lujo británico concluía que la ecuación de salario en una moneda menos valiosa, combinada con el alto coste de vida londinense, no la compensaba. Parece que en la guerra por el talento, imprescindible en el sector, las marcas inglesas competirán en desventaja.

Para los que se gradúan en diseño de moda en las prestigiosas escuelas británicas, la restricción al libre movimiento de personas puede ser una limitación para el desarrollo de sus carreras. Los gigantes del sector LVMH y Kering se ocuparán de conseguir visados para sus diseñadores estrella, pero ¿que pasará con los centenares que hacen prácticas en pequeños estudios de diseño europeos? Esa posibilidad de trabajo y formación parece ahora más complicada.

El British Fashion Council (BFC) o la asociación de marcas de moda inglesa, informó antes de la votación el pasado día 23 de junio que el 90% de sus socios estaban a favor de permanecer en Europa. Parece razonable ya que muchos de ellos como Paul Smith desfilan en París o compran sus tejidos en Italia y otros países europeos. Esto ahora será, si no más difícil, más caro.

Creo que Federico Marchetti CEO de Yoox se inspira en Darwin cuando alude la capacidad de adaptación como arma de supervivencia y la semana pasada declara a un medio económico inglés: “Lo importante es adaptarse rápidamente. La reacción que tenemos al hecho es más importante que el hecho en sí mismo.


If we analyze after Brexit in all sectors, you can not miss in the luxury sector and prestige.
Although we see some positive impacts in the short term, particularly for British brands, Brexit brings uncertainty to the economy of Europe. And uncertainty does not encourage investment and consumption. This instability does not help a sector in which 70% of the brands are of European origin, although 70% of customers are from outside Europe.

Some companies such as Burberry have lived with joy, at least in the short term. To date, the depreciation of the pound added to benefit additional 90 million pounds. This effect pounds to convert its sales around the world has covered an evolution of business with mediocre results the first half of 2016. This positive effect on sales, the result of a weaker pound offset the increased cost of its European suppliers . These results have probably accelerated the change management team that agreed at the last council. Marco Gobetti, current CEO of Celine, the brand of LVMH, soon will take over as CEO, while Christopher Bailey is left with the responsibility of creative direction. This change in the management of the company, along with better results than expected, explained that the action has recently appreciated 6%.

The Brexit also has a positive effect to have been the factor that has convinced more Chinese tourists to include London in their European travels. The fall of the pound has encouraged them to go through London and do some buying their favorite luxury brands. The reference department store where many of them, Harrods, has already reported a good start to the famous summer sales.

Among the negative effects of Brexit addition to the uncertainty is the impact on the price of European brands. For example, the most important group LVMH sector fell 9%, but later recovered to 5%.

There is another impact of Brexit, although it is more long-term notice, has just begun. This is the negative impact on attracting talent, good professionals, top executives and employees. The fashion sector represents 28,000 million pounds to the UK economy and 880,000 jobs including manufacturing or retail. The Brexit can put you at risk.

I realized how fast it goes when today, one of my recently graduated MBA from IE Business School students, I confirmed that London had ruled as a destination. Even being a Canadian and being attracted by the British luxury industry concluded that the wage equation in a less valuable currency, combined with the high cost of London life, not made up. It seems that in the war for talent, essential in the sector, the British brands compete at a disadvantage.

For those graduating in fashion design at the prestigious British schools, restricting the free movement of people can be a limitation for the development of their careers. Giants LVMH and Kering sector deal with getting visas for their star designers, but what will happen to the hundreds that make practices in small studies of European design? That possibility work and training seems more complicated.

The British Fashion Council (BFC) or association of English fashion brands, said before the vote last June 23 that 90% of its members were in favor of staying in Europe. It seems reasonable as many of them as Paul Smith parade in Paris or buy their fabrics in Italy and other European countries. This will now be, if not more difficult, more expensive.

I think Yoox CEO Federico Marchetti was inspired by Darwin when referring adaptability as a weapon of survival and last week declared an English economic environment: "The important thing is to adapt quickly. The reaction we have in fact is more important than the act itself.

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