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viernes, 7 de agosto de 2015

El presidente y los empresarios

La foto es de presidencia, pero es poderosa y reveladora: Enrique Peña Nieto se asoma desde uno de los palcos del nuevo estadio de los Rayados del Monterrey. De pie, frente a la cancha de futbol, el presidente de México aferra sus manos a la barandilla metálica mientras clava su mirada en el horizonte. Más atrás, a su lado izquierdo, está José Antonio ‘El Diablo’ Fernández, el presidente del conglomerado regiomontano Femsa, junto al atribulado gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina. Fuera de estos personajes y otros de la comitiva que acompañó al presidente, en el estadio no hay nadie más. Está vacío. La postal es del sábado pasado, durante inauguración del recinto.

Imagino que a Enrique Peña Nieto le habría gustado inaugurar la nueva casa de los Rayados frente a los casi 50 mil aficionados que se dieron cita el domingo, durante el primer partido contra el Benfica, y que si bien sabía que no lo aclamarían como a César Montes cuando anotó el primer gol a los portugueses (el Monterrey goleó 3-0 al Benfica), un aplauso moderado de los regiomontanos habría sido suficiente. Pero en estos días el país no está para aplausos. Los desaparecidos de Ayotzinapa y Tlatlaya, la fuga de ‘El Chapo, los nuevos dos millones de pobres, el fracaso de la primera ronda de licitaciones petroleras y hasta el dólar caro no son como para celebrar.

Sin embargo, tengo la impresión de que el presidente está buscando respuestas ya no hacia adentro, en su gabinete (porque al parecer ahí no las ha encontrado), sino en otros lados, como la iniciativa privada. Y hace bien. Esa es la lectura que doy a sus más recientes apariciones. Dos días antes de inaugurar el Estadio de los Rayados y de fotografiarse con ‘El Diablo’ Fernández, ícono de la clase empresarial de Nuevo León, fue a la Aldea Digital del Distrito Federal, donde se dejó retratar desde todos los ángulos posibles con cuatro de los Slim: Carlos, Carlos Jr., Marco Antonio y Héctor.

Al final, son este tipo de empresarios quienes pueden transmitir de manera más verosímil que “México es más grande que sus penas” (frase del escritor Élmer Mendoza) y que las reformas estructurales tienen todavía mucho que dar. Son ellos los que van a foros como la reunión de Sun Valley a la que acudió el ‘Diablo’ Fernández en julio pasado, junto con figuras como Elon Musk, Tim Cook, Marissa Mayer y Mark Zuckerberg.

Son empresarios como Ricardo Salinas Pliego los oradores de festivales como el de Aspen Ideas celebrado a principios de julio, donde habló de las bondades de México, aunque después, en una entrevista con CNBC, haya dicho lo que muchos pensamos: “que México necesita un mejor entorno político”.

A propósito de esto, pregunté vía mensaje de texto a cuatro empresarios mexicanos de diferentes sectores, y que están al frente de grandes empresas, su opinión sobre el entorno actual en materia política, económica y social. ¿Cómo perciben al presidente?, les cuestioné.

Uno de ellos, quien estuvo recientemente en una reunión con el mandatario, fue el más franco. Me dijo que “la gente está decepcionada del gobierno federal después de tantos fracasos… que la inversión está avanzando sólo por inercia, pero no hay optimismo”.

Otro de ellos me respondió que si bien hay muchas cosas a nivel social que están afectando la imagen del presidente en México y el exterior, el país se encuentra relativamente estable y que confiaba en que las cosas mejorarían.

El tercero me dijo que el principal problema de México es la corrupción, que lo “afecta todo”.

El cuarto, el más optimista, prefirió enfocarse en lo positivo de las reformas: “Hay que tener confianza en el resultado que vendrá de las reformas estructurales. Es un logro histórico que no hemos apreciado”.

Quién sabe si la crisis que enfrenta hoy Enrique Peña Nieto va a afectar las inversiones en el país o si seguirá teniendo el apoyo de la iniciativa privada lo que resta de su sexenio. Lo que parece ser una realidad es que el presidente quiere estar más cerca de los empresarios. Ojalá que sea para construir una mejor estrategia de gobierno y de atracción de inversión... y no más ‘casas blancas’.

Posdata.
Me escribió Jaime Chico Pardo para comentar parte de lo escrito en esta columna la semana pasada (Jaime Chico Pardo, ¿el insider de Slim?). Me dijo que en la asamblea de accionistas de AT&T, en abril pasado, no se le reeligió como consejero independiente de la empresa, aunque sigue siendo accionista, al igual que en América Móvil. Dijo que ya no tiene relación con los Consejos de Administración de Grupo Carso u otras empresas de Carlos Slim.



The photo is of presidency, but is powerful and revealing: Enrique Peña Nieto looks out from one of the boxes at the new stadium Rayados of Monterrey. Standing before the soccer field, the president of Mexico holds his hands to the metal railing as riveting his gaze on the horizon. Further back, his left hand is José Antonio 'El Diablo' Fernandez, the president of the Monterrey conglomerate Femsa, by the beleaguered governor of Nuevo León, Rodrigo Medina. Outside of these characters and others in the delegation that accompanied President at the stadium no one else. It is empty. The postcard is last Saturday during opening of the enclosure.

I imagine that Enrique Peña Nieto would have liked to open the new home of the Rayados compared to almost 50 thousand fans who gathered on Sunday in the first match against Benfica, and although he knew not aclamarían as Caesar Montes when he scored the first goal for the Portuguese (the Monterrey thrashed 3-0 at Benfica), a moderate applause of Monterrey have been enough. But these days the country is not for applause. Ayotzinapa missing and Tlatlaya, drain 'El Chapo, the new two million poor, the failure of the first round of oil bidding until expensive dollar are nothing to celebrate.

However, I have the impression that the president is no longer looking for answers in, in his cabinet (because apparently there not been found), but elsewhere, as private initiative. And it has done well. That's the reading that I give to their most recent appearances. Two days before the opening of the stadium Rayados and photographed with 'El Diablo' Fernandez, an icon of the business class of Nuevo Leon, he was to Aldea Digital Mexico City, where he was allowed to portray from all possible angles with four the Slim: Carlos, Carlos Jr., Marco Antonio and Hector.

Ultimately, it is this type of entrepreneurs who can most credibly convey that "Mexico is larger than their sorrows" (a phrase the writer Elmer Mendoza) and that structural reforms still have much to give. It is they who will Forums Sun Valley meeting which was attended by the 'Diablo' Fernández last July, along with figures like Elon Musk, Tim Cook, Marissa Mayer and Mark Zuckerberg.

Are entrepreneurs like Ricardo Salinas Pliego speakers festivals such as Aspen Ideas held in early July, where he spoke of the benefits of Mexico, but later, in an interview with CNBC, has said what many think: "that Mexico needs a best political environment. "

In this connection, I asked via text message four Mexican entrepreneurs from different sectors and who head large enterprises, their views on the current political environment, economic and social matters. How do you perceive the president ?, I questioned them.

One of them, who was recently in a meeting with the president, was the most outspoken. He said that "people are disappointed by the federal government after so many failures ... that investment is moving by inertia, but there is optimism."

One of them told me that while there are many things socially that are affecting the image of the president in Mexico and abroad, the country is relatively stable and was confident that things would improve.

The third said that the main problem in Mexico is corruption, which "affects everything."

The fourth, the most optimistic, preferred to focus on the positive reform: "We must have confidence in the result that will come from structural reforms. It is a historic achievement that we have not appreciated. "

Who knows if the crisis facing today Enrique Peña Nieto will affect investments in the country or whether it will have the support of the private sector the rest of his term. What appears to be a reality is that the president wants to be closer to entrepreneurs. Would that be a better strategy to build governance and investment attraction ... and no more 'white houses'.

Postscript.
Jaime Chico Pardo wrote me to discuss some of the writing in this column last week (Jaime Chico Pardo, the insider Slim?). He said that the shareholders of AT & T, in April, will not be re-elected as an independent director of the company, but remains a shareholder, as in America Movil. He said he has no relation to the Boards of Directors of other companies Grupo Carso Carlos Slim.

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