El banco dijo que venderá su unidad brasileña a Banco Bradesco, después de dos años de un desempeño mediocre.
HSBC Holdings Plc dijo que venderá su unidad brasileña a Banco Bradesco SA por 5.200 millones de dólares, saliendo desde la segunda mayor economía de mercado emergente después de años de desempeño mediocre.
En un comunicado, HSBC dijo que el acuerdo incluye la venta a Bradesco de las unidades HSBC Bank Brasil SA Banco Múltiplo y HSBC Serviços e Participações Ltda. El acuerdo, que está sujeto a la aprobación regulatoria y fue sellado el 31 de julio, debería completarse en junio del próximo año.
El precio de compra, que podría sufrir ajustes para reflejar el valor neto de los activos de ambas empresas, está muy por encima de lo que esperaban los inversores y los analistas.
Reuters reportó el 20 de julio, citando a una fuente con conocimiento directo del asunto, que Bradesco había entrado en negociaciones exclusivas con HSBC para comprar la unidad y estaba dispuesta a pagar alrededor de 12.000 millones de reales, o 1,2 veces su valor contable, por HSBC Brasil.
Según el comunicado, Bradesco pagó cerca de 1,8 veces el valor contable por la unidad. Bradesco, el segundo mayor banco del sector privado de Brasil, cotiza en alrededor de 1,5 veces su valor contable. Bradesco confirmó la compra en un comunicado.
Una mala estrategia
La adquisición permitirá a Bradesco cerrar la brecha de activos con Caixa Econômica Federal y, especialmente, su rival más grande del sector privado, Itaú Unibanco Holding SA.
El enfoque de HSBC Brasil en los clientes de altos ingresos encaja muy bien en el plan de Bradesco de incrementar las ventas de servicios financieros especializados para las corporaciones más grandes y con mayores recursos.
Errores de estrategia, junto con el aumento de la competencia convirtieron a la unidad brasileña en un problema para Stuart Gulliver, el presidente ejecutivo de HSBC.
Sulliver expuso en junio planes para recortar casi uno de cada cinco puestos de trabajo de la firma en todo el mundo y arreglar operaciones que, al igual que en Brasil, lidiaban con bajo rendimiento operacional, altos costos de cumplimiento normativo y una competencia feroz.
HSBC, que llegó a Brasil a finales de la década de 1990, nunca ganó suficiente tamaño para plantear una amenaza real a Itaú, Bradesco y Banco do Brasil SA, la entidad crediticia más importante del país en términos de activos.
HSBC Brasil tiene 854 sucursales, 21.000 empleados y cerca de 170.000 millones de reales en activos.
The bank said it will sell its Brazilian unit Banco Bradesco, after two years of mediocre performance.
HSBC Holdings Plc said it will sell its Brazilian unit Banco Bradesco SA for 5.200 million, starting from the second largest emerging market economy after years of lackluster performance.
In a statement, HSBC said the deal includes the sale to Bradesco of HSBC Bank Brasil SA Banco Multiple and HSBC Serviços e Participações Ltda units. The agreement, which is subject to regulatory approval and was sealed on July 31, should be completed in June next year.
The purchase price, which could be adjusted to reflect the net asset value of both companies, is well above what they expected investors and analysts.
Reuters reported July 20, citing a source with direct knowledge of the matter, Bradesco had entered into exclusive negotiations with HSBC to buy the unit and was willing to pay around 12,000 million reais, or 1.2 times book value by HSBC Brazil.
According to the statement, Bradesco paid about 1.8 times book value per unit. Bradesco, the second largest private sector bank in Brazil, trades at about 1.5 times book value. Bradesco confirmed the purchase in a statement.
A bad strategy
The acquisition will enable Bradesco Asset close the gap with Caixa Economica Federal, and especially its private sector, Itaú Unibanco Holding SA larger rival.
HSBC Brazil's approach in high-income clients fits well into the Bradesco plan to increase sales of specialized financial services for large and corporations with greater resources.
Errors of strategy, along with increased competition in the Brazilian unit became a problem for Stuart Gulliver, HSBC chief executive.
Sulliver presented in June plans to cut nearly one in five jobs in the firm worldwide and fixing operations, as in Brazil, grappled with low operational performance, high compliance costs and fierce competition.
HSBC, which arrived in Brazil in the late 1990s, never gained sufficient size to pose a real threat to Itau, Bradesco and Banco do Brasil SA, the country's largest in terms of assets lender.
HSBC Brasil has 854 branches, 21,000 employees and about 170,000 million in assets.
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