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viernes, 18 de septiembre de 2015

Lorenzo Zambrano, un CEO fuera de serie

Lorenzo Zambrano tenía una afición por los autos clásicos de lujo, los cuales coleccionaba, a escala, cuando era niño, y luego en tamaño regular, conforme fue escalando en la estructura corporativa de Cemex. Cuando el empresario regiomontano no andaba partiendo el aire en sus deportivos (tenía una debilidad por los Ferrari), o en su casa de San Pedro Garza García, viajaba,  por placer o por negocios. Esa era su otra gran pasión. Así fue como lo sorprendió la muerte el pasado lunes en un hotel de Madrid, a donde llegó para atender una junta del Comité ejecutivo de Cemex.

La pasión de Zambrano por los autos no era una excentricidad, sino una afición que adquirió desde niño y que tenía que ver más con la ingeniería automotriz, la sofisticación y diseño de los modelos deportivos. Estas cualidades se reflejaron también en las decisiones que tomó al frente de Cemex, como director general y presidente del Consejo de Administración. Siempre fue audaz en sus determinaciones y muy innovador a la hora de emprender cambios en la empresa.

Lorenzo Zambrano convirtió a Cemex en una marca líder en México y luego la llevó al exterior a competir con verdaderos gigantes como la suiza Holcim y la francesa Lafarge, hasta convertirla en la tercera productora de cemento más grande del mundo. Por estos días Holcim y Lafarge llevan a cabo un proceso para fusionarse. De hecho, en las reuniones que iba a sostener Zambrano en Madrid se abordarían las opciones de la mexicana para aprovechar la venta de activos a la que se obligará a estas firmas para lograr la aprobación de las autoridades antimonopolios. 

Lorenzo Zambrano estudió la maestría en Administración de Empresas en Stanford, California, a finales de los años 60, pero su tiempo en Estados Unidos más bien lo gastaba en Nueva York. Quizá la época en que más tiempo habitó su departamento en la 5ta Avenida fue entre 2009 y 2013, cuando tuvo que negociar con múltiples acreedores la reestructura financiera de la empresa. 
Zambrano nunca tuvo más de 3 por ciento de las acciones de Cemex. Prefirió que el capital de la firma regiomontana estuviera bien diluido, aunque siempre con el control de las decisiones estratégicas. Sin embargo, tras la reestructura de la empresa, los fondos de Estados Unidos, alguno de los cuales fueron sus acreedores, tomaron mayor participación en la firma. 

Datos compilados por Bloomberg exponen que a la fecha 71.7 por ciento de los CPOs de la productora de cemento están en manos de inversionistas de Estados Unidos. BlackRock es el mayor inversionista, con cerca de 10.78 por ciento de los títulos, seguido de Southeastern Asset Management, con 4.34 por ciento.

En septiembre del 2011, los tenedores mexicanos de acciones poseían un porcentaje mayor al que tenían los fondos extranjeros (49 por ciento contra 45 por ciento), pero la tendencia se revirtió y amplió en los meses y años subsecuentes.

En su reporte del 2013, Cemex explicó que sus principales funcionarios, consejeros y familiares directos eran poseedores, conjuntamente, del 2.25 por ciento de las acciones en circulación de la empresa. 
En 2008 Forbes estimó su fortuna ascendía a mil 500 millones de dólares y lo situó en el lugar 785 de su lista mundial. Eso fue antes de que la crisis económica le cayera como rayo del cielo a la firma multinacional. 

Posdata:
Lorenzo Zambrano fue un empresario fuera de serie no sólo en los negocios, sino en su vida privada. A diferencia de la mayoría de los empresarios regiomontanos de su generación y de otras, él no se casó, ni tuvo hijos. Se dedicó a sus aficiones: los negocios, los autos, el arte y la tecnología. Disfrutaba como pocas cosas que la gente le enviara vía Twitter las fotografías de los camiones de Cemex circulando lo mismo en una avenida de El Cairo que de Londres. Pensaba que seguramente algunos de esos caminos también habían sido construidos con cemento de Cemex, la marca que se encargó de globalizar.




Lorenzo Zambrano had a fondness for classic luxury cars, which he collected, scaled, as a child, and then in regular size, as he was climbing up the corporate structure of Cemex. When starting Monterrey businessman walked no air in their sports (he had a weakness for Ferrari), or at his home in San Pedro Garza Garcia, was traveling for pleasure or business. That was his other great passion. That was as surprised by the death last Monday in a Madrid hotel, where he arrived to attend a meeting of the Executive Committee of Cemex.

Zambrano's passion for cars was not an eccentricity, but a hobby that became a child and which had more to do with the automotive engineering, design sophistication and sporty models. These qualities are also reflected in the decisions taken at the head of Cemex, as CEO and Chairman of the Board of Directors. He was always fearless in its determinations and very innovative when it comes to undertake changes in the company.

Lorenzo Zambrano Cemex became a leading brand in Mexico and then took her outside to compete with true giants like Swiss Holcim and French Lafarge, to make it the third largest producer of the world's largest cement. These days Holcim and Lafarge carried out a process to merge. In fact, in meetings he would hold Zambrano in Madrid Mexican options would be addressed to harness the sale of assets to which these firms will be forced to obtain the approval of antitrust authorities.

Lorenzo Zambrano studied the Masters in Business Administration from Stanford, California, in the late 60s, but his time in the United States rather he spent in New York. Perhaps the time lived longer his apartment on 5th Avenue was between 2009 and 2013, when he had to deal with multiple creditors the financial restructuring of the company.
Zambrano never had more than 3 percent of the shares of Cemex. He chose the capital of the Monterrey firm was well diluted, but always with control of strategic decisions. However, following the restructuring of the company, the US funds, some of which were its creditors, took greater stake in the firm.

Data compiled by Bloomberg argue that to date 71.7 percent CPO production of cement are held by US investors. BlackRock is the largest investor, with about 10.78 percent of the titles, followed by Southeastern Asset Management, with 4.34 percent.

In September 2011, Mexican stockholders had a higher percentage who were foreign funds (49 percent vs. 45 percent), but the trend was reversed and widened in subsequent months and years.

In its 2013 report, Cemex said its senior officers, directors and relatives were possessed jointly 2.25 percent of the outstanding shares of the company.
In 2008 Forbes estimated his thousand amounted to $ 500 million and placed in place of its global list 785 fortune. That was before the economic crisis will fall like lightning from heaven to the multinational firm.

PS:
Lorenzo Zambrano was a serial entrepreneur out not only in business but in his private life. Unlike most of his generation Monterrey businessmen and others, he never married or had children. He devoted himself to his hobbies: business, cars, art and technology. He enjoyed as few things that people send you pictures via Twitter Cemex trucks circulating the same in a street of Cairo London. I thought surely some of those roads had also been built with cement Cemex, the brand that was responsible for globalizing.



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